AVANCE NOVELA - PARTE I

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¡Hola, lectores!

Por fin ha llegado el momento de conocer algunos detalles sobre la novela que tantas alegrías me está dando. Sé que tal vez os sintáis inquietos por si os destripo alguna de las historias que se están cocinando, pero os prometo que no habrá spoilers, así que podéis leer con tranquilidad.

En primer lugar quiero agradecer a mis lectoras, que creo que sois mayoría, que continuéis ahí cada semana. Además, por supuesto, daros las gracias a mis lectores con barbas incluso más largas que la mía, así como a los barbilampiños, a los calvos y a los repeinados, ea. Sentíos incluidos todos. Siempre estáis al pie del cañón, escudriñando mis escritos que ahora son vuestros. Me encuentro muy orgulloso en este preciso momento, porque las lecturas del blog crecen con cada publicación, cada vez sois más lectores y ya formamos una maravillosa comunidad. Este mes en particular, hemos superado las 1.200 lecturas, lo que quiere decir que muchos de vosotros (y vosotras, sentíos incluidas aunque no voy a estar constantemente duplicando los términos) disfrutáis de mis relatos de manera asidua y, aunque creáis que os hago un gran favor por haceros soñar todos los viernes, realmente los que me hacéis volar más allá de las nubes sois vosotros a mí.

Algunos de vosotros me comentáis que habéis buscado un hueco permanente en vuestra siempre apretada agenda de vida para leer mis relatos y eso se agradece. Es vuestro momento. Os servís un vaso de vino con un buen plato de queso un viernes antes de cenar, un té en la tarde del sábado en vuestro pequeño balcón o un vaso de café con galletas el domingo por la mañana, y disfrutáis cada semana de las historias que os propongo. Me parece asombroso que en tantas ocasiones podamos conectar de esa manera, para mí es algo mágico. Es nuestro momento.

Gracias lectores.




En fin, a lo que íbamos. Tan pronto como anuncié en el área privada que iba a escribir un artículo sobre el proceso de creación de la novela, me entraron ganas de saltar por la borda, buscar al gran blanco y dejar que me devorase. Aunque solo fue por un momento, soy un poco exagerado. El caso es que, aún habiendo apartado mi miedo a un lado, seguía observando cómo los tiburones continuaban trazando círculos debajo de mí, y empezaron a surgirme dudas sobre cómo iba a trasladaros la información, que es lo más importante, ya que no pretendo hacer ningún gran spoiler, solo uno mini, pero tampoco quiero que resulte un artículo poco interesante. En cambio, creo que puede ser gratificante para vosotros saber que el proyecto está en marcha y es por eso que quiero daros la oportunidad de curiosear. Husmear entre mis papeles y acercaros a Linsey, Susan y James, para que podáis haceros una idea de lo que está por venir.

Voy a empezar comentando cuáles han sido mis primeros pasos.

Lo primero que he hecho a la hora de empezar a escribir la novela ha sido comprobar en qué punto me encuentro. Bueno, ahora mismo estoy sentado frente al ordenador, golpeando las teclas como un loco, pero no me refería a eso. A primera vista parece absurdo preguntarse a uno mismo, ¿Víctor, dónde cojones estás? ¿Qué vas a hacer? ¿Estás seguro de que quieres continuar así la historia? ¿Por qué haces esto y no lo otro? Pero considero que es importante saber lo que tienes entre manos antes de ponerte a escribir, porque no es lo mismo comenzar desde cero —a partir de una idea abstracta, tal y cómo hago con algunos de mis relatos semanales, tratando temas como las obsesiones, afrontar la pérdida de un ser querido y demás—, que continuar con una historia que ya está en marcha.

Supongo que muchos de vosotros habréis leído los relatos de FIN DE CICLO antes de retirarlos de la web, en cambio, para los que no habéis tenido el gusto de leerlos, os cuento que en un principio escribí tan solo un relato de ciencia ficción, pero se me fue de las manos y acabaron siendo cuatro relatos sobre la misma historia, al igual que me sucedió con la serie de relatos ÚLTIMAS DECISIONES, aunque estos fueron solo tres. Los cuatro relatos trataban sobre un futuro distópico donde las sociedades se agrupaban únicamente en enormes edificios, siguiendo un orden social muy estricto. Claro, la historia tenía mucha miga para desgranar y, al final, el relato único se convirtió en dos, y luego en tres, y luego en cuatro. Y sé que me podéis llamar loco, pero mientras escribía las cuatro primeras partes, en mi cabeza ya se trazaban las líneas de lo que podían ser nuevos arcos argumentales. Cada palabra me llevaba a otra, y cada escena a una nueva secuencia de hechos que introducía más personajes, y las historias que me iban surgiendo se extendían como ramificaciones queriendo salirse de cada página que escribía. Por desgracia, no tenía más remedio que sacar las tijeras de podar y empezar a cortar los setos como un poseso si quería acabar los relatos semanales a tiempo, siendo alguno de ellos de más de cinco mil palabras.




Esta historia necesitaba convertirse en novela.


Ahora bien, me toca enfrentarme a una de las cuestiones que me han surgido a la hora de afrontar un proyecto más envergadura. El método. ¿Qué narices es eso? Parecerá de risa, sin embargo eso me pregunto yo después de haber escrito más de treinta relatos hasta ahora. Pero es cierto que, aunque leo muchas novelas, también leo muchos artículos sobre escritura, he hecho cursos, participo en grupos donde otros escritores nos damos caña, y en varias ocasiones he chocado con el dichoso método. Todo el mundo tiene un método, ¿tú no lo tienes, Víctor? Pues supongo que sí, y como al ser humano le gusta ponerle etiquetas a todo, me toca apuntarme a la lista de los niños buenos (escritores de mapa; que son lo que hacen esquemas, resúmenes, escriben las diversas tramas, planillas, etc.) o a la de los malos (escritores de brújula; que se dejan llevar por la historia sin saber lo que va a pasar en ningún momento). La verdad es que me resulta algo bastante triste, porque parece que si no etiquetamos algo nos encontramos incómodos con nosotros mismos. Pero no solo en esto de la escritura, ¡ojo! Sino en todos los aspectos de la vida. ¡Lo desconocido! ¿Qué es eso? ¡Tengo miedo! ¡Ponedle una etiqueta, por Dios! ¿Y si no estoy en ninguno de los dos grupos? ¿Soy un apátrida? ¿Un escritor mixto? Pues igual sí. Para que lo entendáis os explico mi método. Cuando me asalta una idea me voy a mi cuaderno y la anoto, después escribo un pequeño guión sobre lo que me gustaría que pasara con ese objeto, persona, situación, etc. y espero a ver cómo se desarrolla la historia. Ya está. ¿Fácil, no? Puede que la idea principal sea una corbata que se convierte en amuleto, una manada de lobos hambrientos, un carnicero, etc. Generalmente no suelo saber el final hasta que el mismo me alcanza, hasta que golpea a los personajes de lleno y los hunde en el barro, o los eleva a lo más alto. Ese soy yo, ese es mi método. Así que puede que sea un escritor de brújula-mapa, de brujapa o de mapruja, qué sé yo. Quizá hasta un escritor mixto de jamón york y queso y una light, por favor. Qué se le va a hacer.




Ese muñeco de Lego tiene demasiado pelo para ser yo, pero parece majete. Como ya he dicho antes y como sabéis los que me lleváis siguiendo algún tiempo, esta novela no parte de cero sino que arranca teniendo como base cuatro relatos considerablemente largos que forman unas 60 páginas. Así que, tomando como base ese trabajo que ya tengo hecho, la primera fase ha sido crear la estructura de la novela en base a los acontecimientos que tengo ideados, extendiendo esas ramificaciones de las que os hablaba. A partir de ahí, he desarrollado una estructura que conforma tres grandes bloques, arcos argumentales o posiblemente capítulos, y que se desarrolla en un esquema con múltiples apartados o escenas. Puede que así a primeras suene un poco cargante tanta estructura y tanto rollo, pero es sumamente importante porque, en cada uno de los grandes bloques, la perspectiva que tendrá el lector será la de los diferentes protagonistas de cada uno de ellos.
Si en el primer arco argumental las protagonistas eran Susan y Linsey y contábamos con la intervención de varios personajes secundarios bastante contundentes como James, en el segundo arco, uno de los secundarios pasará a ser el principal, aunque este no será exactamente el susodicho James, sino otro que también empieza por jota. Descubriremos muchos porqués de este personaje que tiene mucho que decir, y viajaremos años atrás para averiguar de dónde sale este carismático inventor. También voy a incorporar nuevos personajes que, cuando sepáis quienes son, es posible que la mandíbula se os caiga al suelo, o al menos eso espero.

Actualmente mi trabajo ha sido básicamente ese; aclararme las ideas, reescribir las 60 primeras páginas que previsiblemente van a evolucionar en más de 80, trazar la estructura del segundo arco argumental y perfilar sus personajes.

En este punto, he de matizar que el hecho de reescribir el primer arco argumental, no va a suponer cambiar la historia, es decir, no voy a borrar pasajes ni a cambiar las vidas de los personajes. No, nunca. Lo que estoy haciendo es matizar aspectos que, mediante relatos cortos, era imposible explicar, y considero que es importante ponerlos sobre el papel para que podáis conocer mejor a los personajes. También estoy introduciendo escenas adicionales para unir los otros dos arcos argumentales, aunque esto no me preocupa mucho, de momento.

Por ejemplo, os puedo adelantar que he empezado a escribir la historia de Joe, unas páginas nada más porque me picaba el gusanillo, pero ya se empieza a vislumbrar cómo fue su vida antes de llegar a la torre, la comunidad que le rodea y muchos, muchos problemas que traerán cosas muy buenas y otras no tan buenas. Hasta ahí el mini-spoiler.

La verdad es que me encuentro bastante emocionado con lo que se viene y espero que vosotros sintáis la misma emoción cuando, en un futuro no muy lejano, tengáis el libro entre las manos.




¿Y qué pasa con Walter? Seguramente os habréis preguntado. Pues la verdad es que yo también me lo pregunto. No tengo escrita la estructura de ese tercer arco argumental, porque para eso tengo que ver lo que sucede en el segundo; hacia dónde van los personajes. Podría deciros que tengo una buena historia preparada para él, que tengo pensado un final impactante para la novela, pero para ser sincero, no tengo ni pajolera idea de qué narices le va a pasar a Walter, ni dónde va a acabar todo esto, pero estoy seguro de que juntos lo descubriremos y de que nos quedaremos con ganas de más, y más, y más...

¿Qué tal? ¿Bien? Espero que este artículo no os haya resultado un rollo infumable y que, por lo menos, se haya saciado un poco vuestra sed de aventuras. De momento no tengo planeado otro avance, aunque lo habrá, de modo que seguiré escribiendo los relatos semanales y dándole forma al libro poco a poco. Y como siempre, atenderé cualquier comentario que queráis dejarme en cualquier rincón de la web. Para mí son como perlas que vais dejando sembradas pendientes de ser recogidas, relucientes dedos de mono de aroma dulzón y olor parecido al... ¡Oh, vaya! ¡Todavía no sabemos a qué huelen! ¿Alguna sugerencia?

Un abrazo de vuestro amigo y escritor, y un fuerte beso de vuestras amigas Susan y Linsey desde lo alto de la torre número 18.

Víctor Manuel Rubio Budia



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Comentarios

  1. 👏🏻👏🏻👏🏻como celebró esas 1200 lecturas 🥂eres un crack Víctor😘💪🏻q ganas de seguir leyendo tus avances con la novela 🖐🏻🐵🍫😅me marcó pa siempre 🤣🤣

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    Respuestas
    1. ¡Hola, Mariló!

      Yo también las celebro 👏🏻👏🏻👏🏻

      Los dedos de mono han marcado un antes y un después en tu manera de ver el chocolate 🍫😄🐒

      Vamos a ver qué cosas interesantes os puedo contar en el segundo avance, aunque todavía tardará en llegar.

      Un abrazo fuerte.

      👏🏻📖💙

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